Entre finales de abril y principios de mayo se vivirá un fenómeno astronómico excepcional que no sucede hace siglos: dos eclipses, uno lunar y otro solar, tendrán lugar con apenas pocos días de diferencia.
Este acontecimiento es especial porque si bien los eclipses solares y lunares se dan con cierta frecuencia en el cielo argentino, no es común que ocurran dos seguidos con un intervalo tan corto.
La buena noticia es que podrán verse en Argentina siempre y cuando el tiempo (y las nubes) acompañan. El primero, solar, tendrá un oscurecimiento parcial y será el próximo sábado 30 de abril. Iniciará a las 17:42 de Argentina y su pico máximo será a las 18:09. La duración tiene un promedio de 5 a 7 minutos. El resto del eclipse no será visible desde Argentina.
Para mirar directamente al sol durante un eclipse es fundamental usar prismáticos o un telescopio con un filtro especial durante todo el eclipse, incluso si el Sol está total o parcialmente oscurecido. Estos se debe a que la radiación solar directa (UV e infrarroja) puede generar daños irreversibles en los ojos, lastimar severamente la retina (aunque no se perciba dolor), y provocar lesiones oculares muy graves de por vida, incluso hasta ceguera.
El segundo, lunar, se manifestará a las 23.30 del 15 de mayo y su duración será más extendida: la luna entrará en la penumbra y el máximo se manifestará a la 1:11 de la madrugada del 16 de mayo. En esta oportunidad, el satélite natural adoptará un color rojizo y modificará la iluminación de la noche.
Los países más afortunados para la observación del eclipse parcial de sol de este 30 de abril serán: Argentina y Chile. Aunque también podrá ser visto desde otros destinos de América del Sur como Uruguay, sur de Perú y de Bolivia, oeste de Paraguay y una pequeña parte de Brasil, partes de la Antártida, parte del Océano Pacifico sudoriental y una franja muy delgada en el Océano Atlántico pegado al limite con Argentina.